Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Que no sea muy tarde ni muy temprano…Descubre cómo vivir el momento perfecto

Salmos 62:5 “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza”

Vivimos en un mundo que quiere todo rápido. De alta velocidad a Internet, a los restaurantes de comida rápida, a los automóviles rápidos y pago automático de facturas, no hace falta que se dice que la gratificación instantánea es la orden del día. Si no tenemos cuidado, podemos caer en la trampa de querer que las cosas sucedan inmediatamente a la negligencia de la sincronización perfecta.

En un mundo que se enorgullece de la velocidad, la paciencia es nuestra preocupación menor. La espera es un miedo terrible. Nos olvidamos de que las mejores cosas a menudo no vienen tan rápido como nos guste.  Ello llevan su tiempo. Y el tiempo lleva tiempo. Por lo tanto, recurrir a otras medidas para satisfacer nuestros deseos, sin darse cuenta de que en algún momento, vamos a tener que esperar pacientemente a que lo que realmente queremos.

Dios nos dice en Su Palabra  “esperar en Él”. El tiempo de Dios no es nuestro tiempo

Alguien dijo una vez, “El estrés te hace creer que todo tiene que suceder ahora. En cambio la fe te asegura que todo va a pasar en el tiempo de Dios.”

Cuando tratamos de hacer las cosas en nuestro tiempo, sólo tenemos lo que nuestra fuerza débil y mentes finitas pueden hacer. Pero cuando Dios hace algo por nosotros, en su tiempo, conseguimos lo que el Todopoderoso, infinito y eterno Dios puede hacer.  Dios a menudo tiene que cerrar las puertas de lo “bueno” que pensamos que estamos recibiendo para abrirnos la puerta de lo “mejor” que viene de parte de Él.

Alguien dijo una vez, “Esperando en el Señor sabiendo que todo viene en el momento correcto.”

El tiempo de Dios es perfecto. Nunca es temprano, nunca es tarde. Él tiene nuestros mejores intereses en el corazón y sabe lo que necesitamos, que necesitamos, y cuando lo necesitamos.  Si confiamos en Él, Él nos coloca en el lugar correcto en el momento adecuado. Todas las cosas se reunirán en el tiempo perfecto si esperamos en Dios y confiamos en su buena voluntad para nuestras vidas.

 Fuente: bibliatodo.com

Compartir: