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Caminantes del desierto

Existen momentos en la vida que todos desearíamos evitar, decepciones, pérdidas de empleo, enfermedades, traiciones, sueños rotos y una larga lista de causas.

Inevitablemente a todos nos toca sufrir y cuando llega ese triste momento, deseamos que pase lo más rápido posible ¿No es cierto?

Pues bien, simbólicamente nuestros desiertos son aquellas angustias que parecieran resecar nuestra alma. Cuando nos enfrentamos a un problema de corta duración, solemos preocuparnos, pero mantenemos el control y muchas veces hasta disfrutamos buscando la mejor solución, es como tener un paseo de algunas horas por el desierto con una botella de agua y protección solar; Sin embargo, qué difícil cuando es necesario atravesar estos desiertos, caminar por ellos largas distancias y el agua comienza a escasear, la angustia se apodera de nosotros y perdemos totalmente el control. Por más que deseamos que todo pase pronto, este caminar pareciera no tener fin.

Nos acostumbramos a convivir con la angustia, ¡Más aquí viene la buena noticia! Esto que hoy te aflige y parece no tener fin ¡Va a pasar! Pese a que no lo entiendas, es necesario vivir este proceso, aunque los fuertes rayos del sol han estado marchitando tu alma, estos problemas causan heridas en tu corazón, pero cuando todo este trayecto culmine, miraras tus cicatrices y recordarás cómo Dios transformó tu carácter en aquel desierto.

Gracias a esas cicatrices puedo empatizar contigo, yo he caminado por el desierto (más de una vez) en mi presente y futuro tendré que volver a transitar por los suelos inciertos de la aflicción, pero tengo la certeza que en todo momento el Señor va delante, de día en una columna de nube para guiar nuestro camino, de noche en una columna de fuego para alumbrarnos, por lo que te repito, aunque ahora no lo entiendas, no lo veas, no lo sientas, sigue caminando…avanza… no te rindas… ¡Canaán está muy cerca!

No pases por allí cuestionando quién has sido o cuáles son tus capacidades para salir de ese lugar, mejor recuerda que solo Dios conoce cuánto tiempo caminarás por el desierto y el propósito de toda aflicción.

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” (Isaías 43:18-19)

  1. Alaba a Dios en tus problemas, los salmos más hermosos que podemos leer, fueron escritos en el desierto. Nuestras mejores alabanzas a Dios las entonamos en medio de nuestras angustias.

El secreto está en que cuando veas que no tienes a que aferrarte, confía plenamente en Dios, él proveerá lluvias de bendición en medio de tus sequías, abrirá camino en el desierto y ríos que nadie podrá detener jamás.

Hno. Jairo Valenzuela

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