Por La Prensa Austral Domingo 19 de Marzo del 2017.
Hugo Estrada Bravo era evangélico y durante largo tiempo predicó la palabra de Dios en el antiguo Hospital Regional y en la Plaza de Armas. Su deceso se produjo este sábado a la edad de 88 años, tras sufrir dos infartos cerebrales.
Era de aquellos personajes que como tantos otros se ganaron un espacio en la sociedad, aunque en su caso, muchas veces fue objeto de burlas, descalificaciones y menosprecio. El año 2008, incluso, fue llevado a los tribunales porque un transeúnte consideró sentirse “agredido, hostigado y provocado” por las prédicas de Estrada en la Plaza de Armas.
“La actividad de este ciudadano viola de forma grosera y violenta la libertad de conciencia, al obligar a ser escuchado por todos, a través de su altoparlante”, acusó el denunciante, quien por el sólo hecho de no identificarse, su presentación judicial no pudo prosperar.
Este predicador, nacido en Osorno, había llegado a Magallanes el año 1963, junto a su esposa Laura Calisto, fallecida hace un año y cinco meses. Desde siempre estuvo ligado a la Iglesia Metodista Pentecostal, de calle Errázuriz 474.
Huyó del Psiquiátrico
Cuando don Hugo llegó a Punta Arenas lo aquejó una enfermedad cardiaca, sumada a una extraña alergia en todo su cuerpo. El médico le dijo que no tenía mejora y lo enviaron al Hospital Psiquiátrico donde estuvo 21 días, hasta que decidió huir de dicho recinto con el firme propósito de suicidarse. Observando cada movimiento del personal, se dio cuenta que la hora de almuerzo era la propicia para escaparse de aquel lugar. Salió a calle 21 de Mayo para tirarse encima del auto más pesado que encontrara y resulta que una voz le dijo: ‘para qué va a hacer eso si no vas a morir’. Finalmente no halló el vehículo que quería. Desde ese día regresó a su casa y nunca volvieron a buscarlo del Psiquiátrico.
Por más de 30 años dedicó su vida a llevar el mensaje de Cristo a los enfermos del antiguo Hospital Regional. Su figura no pasaba inadvertida en los pasillos del entonces centro de salud, hasta que los porteros le negaron la entrada por orden de la dirección. Fue el motivo por el que se trasladó a predicar en la Plaza de Armas, donde también lo “corrieron”. Su última actividad la cumplió en el complejo penitenciario, donde compartió el Evangelio con los reclusos.
Sus restos comenzaron a ser velados este sábado en la que fuera su casa habitación en calle Belisario García 01085, población Cecil Rasmussen. Y sus funerales se realizarán este lunes, a partir de las 14 horas. El cortejo se dirigirá hasta la Iglesia Metodista Pentecostal, en calle Errázuriz 474, donde se celebrará el servicio religioso. Sus exequias tendrán lugar a las 15,30 horas en el Cementerio Parque Cruz de Froward.
A don Hugo Estrada le sobreviven 8 hijos.