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Misterio del Evangelio

t1Verdaderamente y de acuerdo a la Palabra el evangelio es un misterio, que Dios nos revela paulatinamente de acuerdo a nuestra fe, a nuestro caminar, de acuerdo a las experiencias, etc. Pablo pide la oración para que con denuedo hable del misterio del evangelio (Efesios 6:19)

Deseo contarles una experiencia de Sanidad que Dios hizo en una familia de una persona que trabaja conmigo en la misma empresa, sin embargo, ellos no sirven al Señor.

La enseñanza que recibí de mi Pastor, es que debemos ser oportunos en la predicación del evangelio, esto es, si la persona esta dispuesta a escuchar dar todo lo que tenemos en nuestro corazón para dar a conocer el amor de Dios, más si la persona no nos quiere escuchar, debemos guardarnos nuestras perlas para que nos las pisoteen.

Así cuando tengo la oportunidad hablo del evangelio, es así como, mi colega de trabajo llamado José Luis, toca el tema del evangelio contándome una ocasión en que conoció a un Pastor, junto a su pareja, entablaron una conversación y el Pastor al enterarse que no estaban casados por la Iglesia se apartó y no siguió conversando con ellos. En otras palabras los desechó.

Bueno por mi parte, escuché su comentario, y le hablé del amor de Dios, lo maravilloso que es el Señor, y el poder de su amor para con nosotros, le hablé que el da fuerza al cansado, que sana al enfermo, y que está dispuesto a recibirnos y limpiarnos de todo mal.

A la semana siguiente, su pareja que estaba embarazada de siete meses se enfermó gravemente, con riesgo de perder la vida ella o su bebé, por lo que fue hospitalizada en el Hospital de Ancud, su cuerpo se hinchó, y no le pasaba la sangre a su guaguita, con una hipertensión aguda y retención de líquidos. Los médicos la iban a derivar al Hospital Regional de Puerto Montt debido a su gravedad.

Ese mismo día otra mamita fue hospitalizada de lo mismo junto con ella, y lamentablemente perdió su bebé.

Con todo este temor José Luis, entró a mi oficina muy angustiado, pidiéndome que fuera al hospital y rogara por su pareja y por su hija que con tanta ilusión esperaban, me solicitó que hiciera lo que yo le había contado que era ungir los enfermos (Colocar las manos en la persona enferma y orar a Dios por sanidad). Yo lo miré a los ojos y moví mi cabeza de forma negativa, le dije No, no voy a ir al Hospital a orar por tu esposa. Su sorpresa fue grande, mi reacción yo tampoco la planeé, sólo me nació esa respuesta. “Porque Don Mario, porque no va a ir, acaso soy indigno” respondió. No sería yo como aquél Pastor que vió su condición de vida y lo desechó.

Oh amigos que leen estas palabras, Jesús murió en la cruz para que a través de su sacrificio seamos salvos y ninguno de nosotros merecía la salvación, Jesús no mira tus defectos o debilidades, no mira lo malo que eres o los pecados que has cometido, El mira tu necesidad. Él mira tu corazón y tiene de nosotros misericordia. Dios no espera que tu seas bueno o santo para ayudarte, Dios no te pide que dejes el vino, la droga o tus vicios para ayudarte, el te llama tal como estás, él te recibe en misericordia, te limpia de tus pecados de tus faltas y dice la palabra que nunca más tiene memoria de ellas, te hace una nueva persona una nueva criatura y te da la Paz. Y te llama para que le sirvas a él, y alabes su nombre.

José Luis pensó que yo le desechaba también, pero mi respuesta fue, “Yo no necesito ir al Hospital a orar por tu pareja para que ella sane, Mi Dios es tan grande, que vas a ir tu, y pondrás las manos en su cabeza y dirás las palabras que yo te diré y ella será sana y tu bebé también, tendrás el tiempo necesario para que se forme mejor tu guaguita y nacerá sana”

Esto sucedió como a las tres de la tarde, le di permiso y fue al hospital e hizo según le indiqué y volvió a trabajar.

Como a las seis treinta de ese mismo día, lo llaman del hospital que se fuera urgentemente a ver a su amada, algo había sucedido, temió lo peor, ve le dije, ve pronto.

Media hora después volvió con sus ojos llorosos, ¿Que sucedió? ¿Porque sus ojos estaban llorosos? ¿Acaso Dios no había respondido, habría muerto su esposa o su hija? Don Mario me dijo tratando de tomar mis manos para besarlas, yo las aparte de él inmediatamente. Mi mujer, ella está sana los médicos no entienden su cuerpo volvió a la normalidad ya no esta hinchado, la sangre fluye normalmente, está sana.

Según lo que Dios me usó para anunciarle, Dios la sanó, y dió el tiempo el Señor y su hija nació sana, es una preciosa niñita y se llama Josefa. Dios la bendiga a ella y a sus padres.

Hubo y aún hay promesas de servir a Dios, de ir a la iglesia, hasta aqui no se ha cumplido.Sin embargo, el testimonio para mi vida está, es real. DIOS ES AMOR.


Pastor Mario Mora Agurto

Iglesia Metodista Pentecostal de Chile Ancud Sector Fátima.

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