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Alimentación transgénica e importancia en el organismo

lpardoPor Luis Pardo González

Tecnólogo Médico

Corresponsal  Sector 12 IMPCH

Los transgénicos son alimentos modificados genéticamente, es decir, mediante ingeniería genética. Son obtenidos a partir de una técnica que utiliza células vivas, cultivo de tejidos o moléculas derivadas de un organismo como por ejemplo, los enzimas. Todo esto nos vale para obtener, modificar o mejorar un producto, o desarrollar un microorganismo para utilizarlo con un propósito específico. Básicamente los podríamos definir como un alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características deseadas.

Hay diversas técnicas para transformar genéticamente microorganismos, plantas, animales, pero en este articulo nos enfocaremos en los alimentos que se nos proveen a los consumidores periódicamente desde los campos chilenos, y específicamente quiero referirme a las semillas que tienen la propiedad de sintetizar plantas productoras de insecticidas, plantas resistentes a enfermedades, plantas manipuladas para mejorar sus cualidades comerciales. Desde 1997, la superficie total de tierra utilizada para el cultivo de alimentos genéticamente modificados ha aumentado en un asombroso 80% y pone de manifiesto la popularidad de estos productos alimenticios, sin embargo, eso no significa que los productos transgénicos no están rodeados de controversias.

 Así como en el mundo vegetal hoy es muy común ser parte de una cena o un almuerzo a base de carne ya sea de cerdo, pollo o pescado que sin nuestro conocimiento ha sido modificado genéticamente para su mayor venta y rendimiento, cambios hormonales que proporcionan un mayor volumen en la masa corporal de los animales, y una disminución del tiempo de desarrollo de estos, un ejemplo claro es hoy la carne de cerdo con menos concentración de grasa desde su génesis por la modificación hormonal o genética de su ADN, o también ver aves, ya sea pollo o pavos, crecidos en tiempo record para su faenamiento. Todo esto dejando muy de lado temas éticos, de salud pública, medioambientales, y hasta religiosos. Muchos estudiosos del tema llegan a conclusiones catastróficas al analizar la salud de la población después de un uso prolongado de los alimentos modificados genéticamente, provocando por nombrar algunas patologías, como cáncer, diabetes, dislipidemias, entre otras enfermedades metabólicas muy recurrentes actualmente en los seres humanos, enfermedades que hace 30 años atrás no estaban en nuestro vocabulario.

Hoy todo es a libre elección del consumidor, pero no se informa a este mismo las contraindicaciones que trae el consumo de estos alimentos, así como se informa sobre las contraindicaciones de algunos medicamentos, es por esto que vi necesario de forma muy breve poner en el tapete esta información, para nuestros hermanos y para nuestra sociedad en general que muchas veces prioriza marcas o empresas para comprar sus alimentos o abastecer sus despensas, pero no investigan ni se informan lo suficiente en este sentido.

Hablar de tecnología hoy en los trabajos o quehaceres diarios es común, pero en las iglesias y servicios espirituales es un poco fuera de contexto; a través de este artículo hacemos un paralelo y dejamos la respuesta y la decisión en sus manos, ¿Qué es lo que está entrando por nuestra boca? Es un tema muy personal, lo sabemos, pero hubo unos jóvenes muchos años atrás que tomaron una decisión básica que los diferenció del resto de la gente, el libro de Daniel capítulo 1 versículo 12 y 13 dice: “Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas”. Dios les bendiga.

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