Entre las sugerencias, la directora del Demre dice que el reconocimiento de sala ayuda a los jóvenes a familiarizarse con la prueba, que se realizará el 27 y 28 de noviembre.
Queda menos de una semana para que miles de estudiantes del país rindan la PSU, el 27 y 28 de noviembre. Para este proceso, son más de 295.000 los inscritos que buscan entrar a la educación superior, y este último periodo suele ser uno de los más complejos, ya que los síntomas como el estrés, la ansiedad y los nervios empiezan a aflorar con fuerza.
Pero, ¿cómo asumir esta cuenta regresiva con la mayor tranquilidad posible? Según la experiencia de un académico de un preuniversitario, la directora del Demre y una estudiante doble puntaje nacional, hay aspectos que son claves para rendir una prueba exitosa y existen ciertos consejos que se pueden aplicar.
Los factores que marcan la diferencia
De acuerdo a Víctor Barrios, académico del preuniversitario online Puntaje Nacional, la alimentación, el sueño, y el estudio son elementos que marcan la diferencia entre un estudiante que puede quedarse en blanco durante la prueba y uno que obtendrá un buen resultado.
Aterrizando cada uno de los conceptos, Barrios dice una alimentación sana “ayuda a que la memoria funcione mejor”, sin embargo, “si la persona nunca antes había tenido una dieta más saludable tampoco es muy recomendable que empiece ahora, incluso puede tener problemas de indigestión”.
En cuanto al sueño, el experto sostiene que “es importante tener unos hábitos de sueños regulares y siempre pensando en el día de la PSU como meta. Lo ideal es despertarse todos los días tipo 8 de la mañana para no correr el riesgo de llegar atrasados al momento de la prueba. Un mejor ciclo del sueño ayuda a controlar el estrés y que la memoria funcione de manera apropiada”.
Sobre el estudio, Barrios considera que no es recomendable dedicar la última semana a repasar los contenidos. “Lo ideal es que los tres días previos de la PSU estar lo más relajado posible, donde lo mejor es luchar contra los nervios, y para eso tienen que estar tranquilos, porque el puntaje no define su vida, siempre habrán otras oportunidades”.
Reconocimiento de sala
Por otro lado, la directora del Demre, Leonor Varas, indica que lo conveniente es que los estudiantes estén informados de todo lo que necesitan el día de la prueba, como por ejemplo el carnet de identidad o la Tarjeta de Identificación. Y también, destaca que a partir de este año a los inscritos se les permite ingresar con una botella de agua y destacador para fijar la información de cada pregunta de la PSU.
Asimismo, de acuerdo a lo que ha visto en las ediciones anteriores de la prueba, el reconocimiento de sala ayuda mucho a los jóvenes para estar enfocados. “Es clave que vayan al reconocimiento de sala, eso baja mucho el estrés, porque uno conoce el lugar donde va a rendir y puede aclarar todas sus dudas. También permite calcular los tiempos y saber cuánto me puedo demorar desde mi casa hasta el local de rendición”, señala.
La experiencia de una doble puntaje nacional
El año pasado, Geraldine Muñoz, de Temuco, logró una sobresaliente PSU: fue doble puntaje nacional en Matemáticas y Ciencias.
Ahora estudia Medicina en la Universidad Católica, y tiene más de un consejo que entregar para quienes darán la prueba este año: “Durante mi preparación me propuse hacer la mayor cantidad de ejercicios, dentro de lo razonable obviamente y dentro de lo que mi disponibilidad de tiempo me lo permitía. La materia que se abarca en la PSU es muchísima y lo mejor es enfocarse en las debilidades, y eso se detecta con los ensayos”.
Y agrega que “la PSU es más fácil que la mayoría de los ensayos así que tienes un punto a favor para tener más confianza y seguridad, yo nunca saqué más de 750 puntos en un ensayo”.
A una semana de la prueba, la estudiante dice: “Si estás muy estresado, descansa; si tienes sueño, duerme; a muchos les pasa que llegan a un punto de exigirse tanto que finalmente llegan a la PSU y colapsan, quedan en blanco y todo el esfuerzo que hicieron pareciera quedar en nada. Lo importante es saber ocupar bien el tiempo. No se desanimen ni den todo por perdido, nada está dicho hasta ese día”.
Fuente: Emol