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Reflexión | “Con las fuerzas de un Búfalo”

En esos momentos cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas debemos considerar al Búfalo, un animal que saca fuerzas aun en medio de su debilidad.

«Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco», Salmos 92:10. En este salmo David declara que la fortaleza que recibiría de parte de Dios sería como la fuerza del búfalo, capaz de enfrentar a los enemigos y de resistir las situaciones más adversas.

Características del Búfalo

El búfalo es un animal extremadamente fuerte, capaz de soportar sobre su cuerpo grandes cargas pesadas. Su mayor energía es puesta a prueba cuando se encuentra en situaciones de peligro y es el único animal que puede hacer frente a los leones.

El secreto de las victorias de este animal no solo radica en su fuerza, sino también en el aceite que se encuentra depositado en su joroba, cada vez que se encuentra frente a un adversario este animal retrocede, y aunque pareciera que está tratando de huir, sólo esta dando tiempo a que el aceite de su joroba se caliente y se extienda por todo su cuerpo, creando una capa resbalosa sobre sí, que a su vez lo protege de las mordidas y de las garras de sus enemigos.

«El aceite del creyente es el Espíritu Santo de Dios, el cual es como un escudo que le protege de cualquier asechanza del enemigo. La mejor manera de hacer frente al mundo y las situaciones adversas es con la unción del Espíritu Santo, no olvidemos que Él es nuestro ayudador, consolador y guía, de modo que nada podrá dañarnos siempre y cuando permanezcamos llenos del aceite del Espíritu».

Otra característica importante es que este animal posee cuernos lisos que forman una especie de casco tan duro que las balas no pueden perforar ni las mordidas tampoco.

«Al igual que estos animales sorprendentes, deberíamos procurar contar con la lectura de la Palabra para que nos fortalezcamos y creemos un” casco” tan duro que haga impenetrables los dardos del enemigo».

¡Renueva tus fuerzas como el Búfalo!

El búfalo es un animal que mientras más cansado se encuentra, más fuerzas tiene y sigue adelante con vigor. Esas son las fuerzas que Dios quiere darnos, en medio del dolor, de las luchas, pruebas y circunstancias difíciles.

David sabía que el único que podía darle las fuerzas como las del búfalo era el Señor. La fuerza a la que se refiere el salmista no es una fortaleza común, es una fuerza que puede soportar los vientos y las tempestades.

Todos los creyentes, necesitamos ser fortalecidos al igual que el búfalo, necesitamos las fuerzas que provienen del Señor para poder mantenernos firmes ante el mundo. Recordemos todos esos momentos en los que nos hemos sentido cansados y sin fuerzas y Dios ha hecho que saquemos fuerzas de donde no las había; nuestro Dios es quien nos da fuerzas cuando parece que se han acabado. ¡Fortalécete como el búfalo!

«El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas», Isaías 40:29.

Fuente: bibliatodo.com

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